domingo, 19 de septiembre de 2010

SIN VIENTO


Pocas palabras. Muchas emociones. Algunas lágrimas. Caos.

Una habitación vacía, llena aún de juguetes desordenados, con ecos metálicos resonando en su interior.


Ropa tendida, pequeña. Camisetas rosas y pantalones cortos. Un polo de Rayo y un par de vestidos.

El frasco de colonia de los Lunis abierto. El perfume infantil inundándolo todo. Un caballero desmontando del caballo. Un carrito de muñecas vacio.

El suelo alfombrado con disfraces de Ninjas y Princesas. Una tortuga que le falta un ojo. La gorra de chulapo y la capa de Blanca Nieves.

Silencio. Silencio. Silencio.

Tal vez hoy esta ya deje de ser su casa, su habitación. No han mirado atrás. En sus manos "Laura" y "San Jorge".

En mi corazón un "no se qué", un algo opresivo que me acongoja. Este ha sido mi hogar y el suyo. Nada es mío, sólo los recuerdos.

No me apena la pared, me sobrecoge la imagen de su sombra sobre ella. No echaré de menos la ventana, pero sí sus sonrisas pegadas al cristal.


Tengo a mis pequeños, los originales. Tendremos nuevos recuerdos, nuevas sombras y sonrisas. Generaremos hogares allá donde vayamos.

Pero hoy es día de nostalgia, de pequeños duelos. Ellos han dejado mi casa. Ahora ya no es más que otro edificio, de otro pueblo, de otra comunidad...

Ya, sin ellos, esta casa no es mi casa.

1 comentario:

  1. Tengo la certeza que en breve los vientos del oeste nos volverán a juntar. Y en las lomas de los sueños fundaremos nuestra casa, que volverá a ser tuya, nuestra, de ellos.

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