martes, 8 de junio de 2010

Tin,tin,tin,tin......tin


Llueve, lánguidamente.
Cansada pierdo mi mirada entre la distorsión del agua en las ventanas.
Todo se vuelve más nítido al cerrar los ojos. Por fin un poco de descanso. Oigo las gotas golpear en el tejado de uralita, rítmicas, monótonas, acompasando mi respiración, que vuelve, tras la dura jornada, a recuperar su fuelle.

Llueve, y precisamente hoy no tenía que llover.
Primavera tardía, aguafiestas, inoportuna...no sé porqué pero sucede y es posible que siga mañana. Se mojará todo igualmente, se perderá el sentido, se venderá el esfuerzo, porque el resultado, aguado, no sé si llegará a valer la pena.

Llueve, y la melancolía y la tristeza me atenazan.
Que se le va hacer. Tal vez, cuando ya no me apetezca, pare.

"Nunca llueve a gusto de todos"

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