No sé de dónde, cuándo, ni por qué
Hay tareas titánicas, inabordables. Tareas para las que uno se sabe incompetente mucho antes de haberlas si quiera planteado. Tareas que desbordan y abruman, llevando a quien las acomete a verse enmarañado sin remedio, desmedidamente hundido.
Hay tareas en las que uno se empeña. En las que aunque su camino le aparte, uno se afana en tratar de re-conducirse, en reescribir los mapas. Hay tareas que uno busca, que no se le presentan, y se convierten así en agónicas utopías.
Hay veces que uno no está preparado para las cosas y en el orgullo supremo y retorcido, se empobrece midiéndose, sin vara y sin vestido, para humillarse todo. Quizá no haya un destino previamente escrito, pero quizá haya caminos "no recomendables" por mucho que sean conocidos, transitados e incluso populares. Algunos no somos hábiles para determinadas cuestiones...que duro descubrirlo, cuando el corazón está comprometido.
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