Manto morado que cubre la sierra, amenaza mis sienes y puebla mi tierra.
Cuaresma tardía que pronto empiezas,
cuando en lo hondo me gritas en lodo y piedras.
Atardece
y las nubes grises, la tarde en gris convierten.
Paseo mis ojos y cubro mis manos
y espero en la niebla Tú miedo helado.
Asidero de nuebes te desvaneces
la esperanza te cubre y tú amaneces.
Mira hacia abajo, camino subes
mutilado profundo,
yagado y malherido.
La muerte en Venecia
-
No la había leído hasta ahora, en un par de días.
Siempre me acuerdo del chiste del Perich sobre dos ovejas que pastaban: a
mí me gustó más el libro, a ...
Hace 4 días
No hay comentarios:
Publicar un comentario