sábado, 13 de marzo de 2010

Sale el sol y comienza un día extraño. Lleno de visceralidades. El dolor y el amor se mezclan, también la emoción y la alegría.

Sutiles ráfagas de viento nos despiertan y miramos contrastes: murallas y castillos, a Picasso retratado por su amigo.

Se nos revuelve el alma con los sueños pendientes, con ilusiones que esperan, como los condenados a muerte, esa última muestra de clemencia, _ no la mates... me dices con tus ojos color miel, mientras en el crudo realismo en que me muevo arrimo tu esperanza al precipicio.

Ay...si tú supieras, que por tí lucho contra molinos, o me pierdo en flandes, o me asomo a la plaza, o me transformo noche tras noche en doncella de la muralla...

Estoy en un barco ¿A dónde me lleva? si no es a tí no quiero pasaje, se me acaba el viaje y la maleta.

Me quedo en tierra buscando ríos, ¿El Árrago?

1 comentario:

  1. Me detengo en estos manuscritos para que lo anhelado no contamime el presente de verosímil certeza, para que el horizonte no desvirtue el camino, para que el hoy deje de distorsionarse por inciertos espejismos.

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