Hace tiempo, cruzaba las calles, en medio de la noche, rodeada de un aura de seguridad adolescente o juvenil.
Llegaba a casa embriagada de todo, llena de esas naderías que van componiendo la vida y son a la postre motivo de canciones o poemas en momentos de soledad o de vacío.
Ahora miro desde la ventana de casa las calles vacias y las luces intermitentes de las farolas apunto de extinguirse. ¿Y que si llega el amanecer?¿Qué importa que la mañana llegue arrolladora sin pedir permiso? Yo estoy aquí, con la pluma y el eco de un cigarro que ya no fumo. Testigo de otro momento, dejando palabras caer sobre un papel que ya amarillea de viejo.
Es tarde y el viento sigue soplando. No paran los árboles de mecerse y en la vieja caja ya no queda casi nada...Un susurro apenas audible me dice que aún sigue ahí y que pronto, se derramará contagioso el último de sus secretos.
Respiro hondo, ahora ya si puedo dormir de nuevo _ y una sonrisa se me escapa de los labios.
Cardo de oro
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Este cardo con sus flores de oro en mitad del yermo, imagen de lo que somos.
Seres abandonados en el desierto del tiempo con corazas de espinas que, de
p...
Hace 1 semana
Apareces en estos cielos de blogs. Darás Pandora buenos y nuevos aires a la escritura encriptada.
ResponderEliminarBuenas noches tengas y fértiles sean tus palabras en este blog
De tierras labradas vendrán mis palabras, cosechas recojan los que las lean. Gracias por estar al otro lado.
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